GALERÍA DE BÚSQUEDA, (PAYSANDÚ, Uruguay), 20.11.2008
Aprender a apreciar la risa (abreviado)
Por : PILAR BESADA PAULLIER
Es un alemán de casi dos metros de altura que podría intimidar. Sin embargo, tiene una mirada cándida y alegre. Unas líneas de expresión alrededor de sus ojos se hacen más profundas cuando sonríe, algo que sucede constantemente durante la entrevista. EI psicólogo Michael Titze, de 60 años, visitó nuestro país invitado por el Centro de Estudios Adierianos de Montevideo, donde dictó cursos de formación para terapeutas y dio una conferencia en la Facultad de Psicologia titulada «Vergüenza y gelotofobia, miedo a reir y al ridiculo. Resultados de una investigación sobre las causas del complejo de inferioridad». Titze, que estudió también sociologia y filosofia, se dedica a la psicoterapia del humor, que se basa en la acción terapeutica de la risa en el cuerpo y la mente humanas. Con un extenso curriculum de actividades en diversas universidades e instituciones, Titze también es autor de los libros «La estrategia del humor: la increíble manera de resolver los conflictos» y «Humor terapéutico: principios y aplicaciones». En esta ocasión presentó los resultados de una investigación que realizó sobre ei miedo al ridículo, donde acuñó el término gelotofobia, es decir, fobia a la risa. Concluyó, por ejemplo, que en las sociedades exitistas aumentan los gelotofóbicos, y que la forma de curar esta fobia es justamente haciendo ei ridículo frente a los demás y permitiendo que otros se rían de uno. Incluso afirma que Hitler fue un gelotofóbico perfecto, y que eso desencadenó sus conductas adultas.

¿Cómo liegó al concepto de gelotofobia?

EI concepto de gelotofobia suena un poco gracioso, pero no es el miedo al gelato, al helado. Gelos en latín significa risa, y gelotofobia es el miedo de ser objeto de risa y de que otras personas piensen que uno es peculiar o raro.
Para llegar al concepto de gelotofobia creo que es importante que en Tuttlingen, mi ciudad, en la frontera con Suiza, hay una gran tradición de la religión calvinista. Los calvinistas se Ilaman a sí mismos piadosos y se fijan mucho en lo que la gente pueda decir. La ideología calvinista afirma que sólo la gente exitosa y rica es aceptada y querida por los demás. Para los niños que se socializan en este contexto, la posibilidad de estar en un nivel promedio de desempeño es algo que causa estrés, porque en sus casas no son aceptados si tienen marcas promedio. Los padres les dicen que podrían ser mucho mejores, y los comparan con sus hermanos o con otros chicos. EI problema de la gelotofobia es que si yo no soy perfecto, si soy solamente promedio, entonces no soy querible. Algunos logran Ilegar a la cima pero muchos otros no, y así experimentan vergüenza, sentimientos de inferioridad y comienzan a autocontrolarse, y cuando están con otros sienten una especie de miedo paranoico de que los vean inferiores. Algunos, cuando llegan a mi consultorio y los saludo consonrisa, me han llegado a decir que pensaban que me estaba riendo de ellos.

¿Córno entra la risa en todo esto?

Viktor Frankl, que fue mi maestro, estuvo en Auschwitz y era muy gracioso. Era muy impresionante cuando nos contaba que estaba en los campos de concentración en esas barracas llenas de gente donde por las noches muchos lloraban, pero cuando les empezaba a contar chistes o algo gracioso se ponían mejor. Frankl decía que el humor es la única ancla para sobrevivir en una situación en la que se pierde toda esperanza. Por eso, cuando todo terminó, se convirtió en un psicoterapeuta muy famoso, y decía que una psicoterapia eficiente sólo funciona cuando el paciente desarrolla una actitud que Ilamó el coraje de ser imperfecto, o aún meior, el coraje de ser ridículo.
Frankl decía que la mayoría de los pacientes que Ilegan a la terapia son comediantes, pero lo hacen involuntariamente. No quieren ser objeto de risa, pero controlándose a sí mismos logran el efecto contrario. Como Woody Allen, que es el perfecto gelotofóbico, que quiere impresionar a una mujer linda forzándose a sí mismo a ser como Humphrey Bogart. Y cualquier paciente que quiere ser como su ideal se fuerza a entrar en una nueva identidad, lo cual no es posible. Es absolutamente necesario mostrarle a esta gente cuál es su identidad, que son seres humanos completamente aceptables y normales, pero esto significa no tratar de estar allá arriba, sino bajar al promedio.

¿Cuál es el método que usa para tratar a los gelotofóbicos?

Organizamos grupos de lo que Ilamamos «Drama del humor». Les enseñamos a que traten de mostrar eso que es tan avergonzante para ellos, aquello de lo que siempre se quisieron liberar. Y deben subir al escenario y hacerlo con ayuda del payaso terapéutico. En los grupos yo hago el papel del padre, del psicoterapeuta tradicional, y tengo una ayudante que hace el papel de payaso terapéutico, que es el objeto de identificación para el niño interior del paciente. Ella juega con los pacientes, les dice cosas graciosas al oído, y cuando los pacientes comienzan con el pensamiento perfeccionista los toma y los pasea por la sala o les ata los pies. Los pacientes la toman como un modelo de ser imperfecto. Entonces en el escenario tratamos de que hablen de sus problemas, con sus padres, en tu trabaje, pero deben hablar en forma anormal.
Una posibilidad es tomar un buche de agua y no tragarlo y tratar de hablar sin que se te caiga el agua de la boca, y esto es muy gracioso, porque te tienes que concentrar en el agua y hablar al mismo tiempo. Y así bajan desde su alto nivel hasta ser como niños. Así los filmamos y al otro día miran lo que representaron y dicen: «La gente se reía de mí pero era voluntario, yo era un buen payaso», pero sólo porque hacian todo por no ser perfectos.
Existen pacientes que trabajan en psicoterapia tradicional muy seriamente durante un año, y tienen un buen progreso en su interior pero mantienen los mismos síntomas. Pero después de 10 o 15 sesiones en los grupos de humor muchos de ellos se liberan de este estrés cuando están con otros, porque simplemente hicieron todo para bajar la exigencia. Esto es lo que Frankl llamaba la libertad interior, que es la libertad de ser imperfecto.

¿Este tratamiento mejora la integración social de las personas?

La gente con gelotofobia tiene problemas con el contacto visual, porque tiene vergüenza. Y después de una hora de estar en un grupo de risa son capaces de comunicarse con sus compañeros, quizás al otro día se llaman por teléfono y siguen en contacto. Así, una persona que durante muchos años fue muy solitaria, encuentra amigos.
Una caracteristica muy interesante es que estos grupos funcionan como alcohólicos anónimos. No se presentan a si mismos, simplemente van a reírse, y cuando termina la sesión se pueden ir a su casa o mantener el contacto. Algo bueno es que mucha gente desanimada y en un estado de depresión entra en una espiral positiva luego de acudir a los grupos. Mi convicción es que esta experiencia es algo que esta gente no tenía en su casa o en el colegio, es como una regresión a su infancia, y en el nivel de niños aprenden a apreciar la risa.

Entonces, ¿es sano permitir que otros se rían de uno?

Si, cuando no tengo problemas de que la gente se ría de mí. Incluso cuando me dicen que soy ridículo es bueno tener la intención de decirles, «No, soy aún peor de lo que crees».
Es algo paradójico, porque si les dices eso, la gente te empieza a mirar diferente, piensa si será verdad. En el caso que yo tratara de hablar perfectamente el español, sabiendo que hablo poco, terminaría siendo un fracaso. Pero si te dijera «te voy a mostrar la persona que habla el peor español que escuchaste», pudiera ser que me entendieras algo.

¿Cree que hay más gelotofóbics en unos paíes que en otros?

Hagamos una interpretación: por un lado, desde el punto de vista educativo y por otro, en cuanto a la sociedad como un todo. Creo que está bien hablar de esto porque, por ejemplo, creo que Bush es el prototipo de esta forma de ser calvinista, de ese deseo de mostrarle a todo el mundo que «Nosotros somos los mejores». Alemania y Estados Unidos son naciones que empezaron guerras, y esos ambientes donde sólo si soy mejor que los demás seré querible, pueden ser muy peligrosos para las relaciones personales.
En los años '30, en Alemania, los más exitosos eran los judíos. Podría ser que los nazis y la gente común pensara que, a pesar de que los judíos tenían las mejores casas y eran muy poderosos, ellos eran mejores por pertenecer a la nación alemana. Y esto es muy peligroso. Hitler tenía un fuerte complejo de inferioridad, porque él vivió durante 10 años en Viena junto a los pobres sin techo. Era una persona ridícula. En 1933, cuando asumió como canciller, dijo: «Los judíos se reían de mí, ahora verán que en unos años yo me reiré de ellos». Esto es un documento histórico. Y las consecuencias son absolutamente patológicas. Hitler tenía un padre muy severo que también se reía de él todo el tiempo. Le decía que era como una niña, que no era su hijo, que era estúpido como su madre y esto debería de ser porque su madre tenia sangre judía. Después, lo que quiso demostrar fue que no era tan débil ni tan ridículo.

¿Le recomienda a la gente que ría todos los días?


Esta es la otra corriente que fue inaugurada por el hindú Madan Kataria, un fantástico ejemplo de esta nueva forma de pensar. Kataria era médico en una parte muy pobre de Bombay. Y hace 20 años leyó el resultado de una investigación de gelotología, la ciencia de la risa. Los primeros estudios de la risa demostraron que el sistema inmunológico se fortalecía luego de reír. Es muy complicado lo que pasa en el cuerpo pero la conciusión es que cuando recibe un estimulo positivo, el cuerpo vuelca a la sangre sustancias favorecedoras, como la endorfina, entre otras. Algo se genera en la fábrica de nuestro cuerpo que nos da todas las posibilidades para superar las enfermedades. Entonces, al leer estas conclusiones, Kataria resolvió que, como sus pacientes no tenían la posibilidad de comprar medicinas, él haría algo para que sus cuerpos produjeran la medicina. Y empezó en una plaza pública en Bombay a decirles a sus pacientes que intercambiaran chistes. Pero eso no funcionó. Luego buscó otro método y extrajo elementos del yoga de la risa que funcionan con la respiración.
Al principio era muy dificil entrar en una risa natural, pero después de 10 o 15 minutos se ríen de verdad. Hoy hay al menos 300.000 personas que integran en todo el mundo este tipo de grupos, que se reúnen todas las semanas. Por ejemplo hay una lista de clubes de la risa en Alemania, y se sabe que los martes a determinada hora en determinado lugar se reúnen, y la gente simplemente va a reírse.
Es un movimiento a nivel mundial que es muy sencillo, terapéutico, no se hace por medio de ninguna institución, es fácil de hacer y absolutamente barato, pero creo que puede cambiar algo en nuestro mundo posmoderno. Incluso el carácter de las naciones. Pero recién ha comenzado. Hoy está concentrado mayormente en India Australia, Alemania, Suiza y Estados Unidos.